¿Mi decisión? Victoria Córdoba

Los padres no deberían decidir los gustos, los estudios, el futuro, la orientación sexual ni muchas otras cosas de sus hijos.

En mi opinión, pienso que no toda la vida un hijo va a depender de sus padres. Los padres, entiendo que quieran lo mejor para sus hijos, pero eso requiere dejarles hacer lo que les gusta y con lo que ellos se sienten cómodos. No es lo mismo hacerle pensar a tu hijo si está seguro de hacerse un tatuaje que se quiere hacer (ejemplo) y que va a llevar toda la vida, que hacerle dudar de sus propios gustos. 

Ana, 17 años, está cursando 2° bachiller. Su sueño es estudiar periodismo en Granada, pero sus padres se lo impiden, ya que, su padre es militar y quieren que ella también lo sea. Ana, desde pequeña siempre se ha negado a seguir el ejemplo de su padre. Han llegado a tener varias discusiones por este tema, pero la palabra de Ana, no era competencia con la de sus padres. En conclusión, los padres de Ana, le impiden hacer lo que a ella le gusta y deciden su futuro, aunque no esté cómoda con ello.

Fernando, 16 años. Estuvo confundido por su orientación sexual, y al cabo de un tiempo, se dio cuenta que se sentía atraído por los chicos. Hace unos meses, al empezar bachiller, conoció a un chico, se enamoraron y comenzaron a salir. Al cabo de un mes, Fernando decidió contárselo a sus padres, un día en la comida, también con su hermano pequeño de 10 años. Las palabras textuales de Fernando fueron : "Mamá, papá, me gustan los chicos y tengo novio, se llama Adrián, espero que algún día pueda presentároslo". A lo que su padre le contestó : "no puedes tener novio y no te pueden gustar los hombres, échate una novia chica, es lo normal" y su madre añadió : "deja a ese chico y no vuelvas a hacer tonterías de esas, Raúl (su hermano pequeño), no seas como tu hermano, tienen que gustarte las mujeres". A raíz de esto, tuvieron una gran discusión, pero la palabra de Fernando no sirvió de nada. En conclusión, Fernando estaba siendo obligado a hacer algo que no le hacía feliz.